Toshinori Kondo, Massimo Pupillo, Tony Buck

Por Irena Stevanovska

Si eres un oyente libre de jazz desde hace mucho tiempo, es probable que tu oído ya se haya acostumbrado a reconocer el sonido de la trompeta de Toshonori Kondo, donde sea que la escuches.

En este álbum grabado en mayo de 2019 y lanzado en noviembre de 2022, dos años después de la muerte de Kondo, los tres increíbles músicos, Kondo, Massimo Pupillo y Tony Buck, lograron brindar una experiencia que les cambiará el alma con su set en vivo en Bolonia, Italia.

La mayoría de nosotros probablemente hemos buscado profundamente algunos de estos sonidos y frecuencias exactos, pero aquí estamos, siendo capaces de sentir el genio en su mejor momento. El hecho de que esta sea una de las últimas cosas que Kondo tocó en vivo le da a la música escalofríos más subjetivos y un sentimiento sublime. Es un artista que le dio mucho al mundo.

La serenidad se empieza a notar desde el inicio del disco. La trompeta de Kondo, como de costumbre, junto a sus alucinantes efectos, se abre ante una percusión estereofónica (Tony Buck) y el deslumbrante bajo y electrónica (Massimo Pupillo).

Mientras escuchas el álbum, siempre eres libre de imaginarte viviendo el curso de una hoja y cuando llega el otoño, desconectarte de tu rama por el crudo sonido ambiental. Comenzando tu viaje cayendo lentamente, la trompeta te hace sonar suavemente en el aire al son sutil de la percusión, como pequeñas gotas de lluvia goteando en los charcos alrededor de todo tu ser. En los largos viajes a tu próximo estado, te encuentras con todo tipo de formas posibles de viajar, señaladas dentro y fuera por los diversos sonidos que provienen del álbum.

Por otro lado, el álbum está completamente lleno de sonidos futuristas que están tan bien diseñados que cualquiera que lo escuche probablemente no se conectará con los poderosos sonidos de la naturaleza terrenal. Dependiendo del estado mental en el que se encuentre mientras lo escucha, puede elegir su viaje. La genialidad del álbum es la combinación de los músicos, de los cuales la trompeta eléctrica de Kondo siempre te saca del mundo, mientras que la batería de Buck suele ser la definición de orgánico, tocada como la naturaleza misma la tocaría. La electrónica se utiliza para cambiarte entre los dos mundos, mientras que el sonido de fondo sirve exactamente como lo que te lleva hacia el destino al que tu mente decide llegar.



Fuente del artículo

Deja un comentario